el origen de la expresión "Las paredes oyen"
Se suele atribuir el origen de la expresión a la Francia del siglo XVI, más concretamente en la corte real, donde la reina Catalina de Médicis se dice que mandó construir una serie de conductos para que le fuese fácil escuchar lo que se decía en las distintas habitaciones de Palacio.
El caso era prevenir cualquier tipo de traición, instigamiento o conspiración (éstos estaban a la orden del día en esta época, y con especial protagonismo de la susodicha Catalina) que se pudiese orquestar en el interior del mismo contra la monarquía.
Pero lo cierto es que se tiene constancia de que ya en el segundo cuarto del siglo XV aparece en alguna obra literaria castellana como la titulada “Arcipreste de Talavera” y conocida también como “El Corbacho”, de Alfonso Martínez de Toledo.