el origen de la expresión "no tener dos dedos de frente"
Usamos la expresión “no tener dos dedos de frente” para indicar que alguien realiza una serie de actos que denotan que carece del más mínimo sentido común o inteligencia.
El origen lo encontramos en el siglo XIX, cuando una serie de ramas científicas pretendían establecer una relación directa entre la forma y tamaño de la frente y la inteligencia de la persona.
Se presuponía que la frente ancha era signo de una mayor lógica y sentido común, estableciendo la medida de dos dedos para el mínimo que una persona debía tener para considerársele “normal” en cuanto a inteligencia.