el origen de los libros de bolsillo
Los libros de bolsillo han sido desde su origen un elemento que ha servido no sólo para acercar la literatura a la sociedad frente a los libros más costosos y decorados, sino para poder transportarla y hacerla más cercana.
Con este motivo se decidió Allen Lane (director de la editorial “The Bodley Head”) en 1935 a crear “Penguin”, una editorial que se dedicaría a vender libros de bolsillo a 6 peniques la unidad (lo que costaba un paquete de 10 cigarrillos) y que se venderían en toda clase de establecimientos, no solo en las librerías; identificando el género del libro en función del color del mismo.
La idea se le ocurrió mientras estaba en una estación de tren esperando al suyo para regresar a Londres tras pasar un día en el campo con Agatha Christie y querer hacer más llevadera la espera con algo de lectura… a lo que solo podía hacer frente con revistas sensacionalistas, novelas de pésima calidad o libros que por su pasta dura eran bastante caros y pesados de transportar.
Los primeros títulos fueron “Adiós a las armas” de Hemingway, “El misterio del Bellona Club” de Sayer; y “El misterioso caso de Styles” de Agatha Christie.
No tardó en tener un gran éxito, lo que hizo que el sello se expandiera creando otro llamado “Pelican”, dedicado a la literatura de no ficción.