la curiosa forma de atestiguar que un Papa estaba realmente muerto
Desde tiempos inmemoriales, el miedo a ser enterrado vivo ha sido una de las principales preocupaciones del ser humano... llevándose a cabo diferentes métodos comprobatorios para evitar esta desagradable confusión.
Algunas de éstos iban desde clavar agujas a colocar una cuerda sujeta a la muñeca del difunto conectada a una campana en la superficie, de forma que si se enterraba a alguien erróneamente la pudiese hacer sonar para que alguna persona fuese en su ayuda.
A los Papas también se le practicaban diferentes métodos para saber si estaban realmente muertos o no.
Uno de ellos (practicado hasta la muerte en 1878 de Pio IX) consistía en golpearles con un martillo de plata en la frente al tiempo que se le llamaba por su nombre de pila. Si tras tres golpeos no daba señales de vida es que estaba muerto realmente.